Una remontada que le devuelve la sonrisa y la esperanza al Junior
Una igual ante el Tolima, en 2018, fue el punto de partida para la conquista de la octava estrella.
El 9 de octubre de 2018, el estadio Metropolitano Roberto Meléndez vibró con el vibrante triunfo 4-3 de Junior sobre el Deportes Tolima.
Al término del primer tiempo, el equipo rojiblanco perdía 3-0 con los pijaos, que marcaron a través de Yohandry Orozco, Julián Quiñones y Marco Pérez.
En aquel Tolima, que era dirigido por Alberto Gamero, actuaba Luis ‘Cariaco’ González, quien al año siguiente pasó al Junior. Aquella noche, el venezolano fue una de las figuras del partido.
La historia cambió para el segundo tiempo cuando Julio Comesaña, técnico del Junior, ordenó el ingreso de Teófilo Gutiérrez por Sebastián Hernández.
Junior salió como una tromba y le pasó por encima al Tolima con goles de Jarlan Barrera (13’), tras pase de Luis Díaz; Teófilo (21’); Marlon Piedrahita (32’) y nuevamente Teófilo (37’), tras habilitación de Díaz, para sentenciar la victoria rojiblanca.
Aquel triunfo, reconocido por los propios protagonistas, fue clave para que Junior se encarrilara hacia la conquista de la octava estrella, ya que los unió como grupo y los convenció de que sí eran capaces de conseguir cosas importantes.
El 23 de agosto de 2023 también quedará grabada en la historia como la fecha en la que Junior volvió a darle vuelta a un 3-0 en contra, esta vez ante América de Cali.
El conjunto tiburón liderado en el campo por su capitán Carlos Bacca se repuso de un marcador adverso y sumó su primera victoria en la Liga II.
Junior venía muy mal. Había cambiado de técnico (salió Hernán Darío Gómez y regresó Arturo Reyes), sólo había marcado un gol, acumula cuatro empates seguidos y estaba en los últimos lugares de la tabla.
Sus jugadores eran blanco de críticas, en el primer tiempo, cuando el juego estaba 3-0, la afición pedía la cabeza de todos, pero todo empezó a cambiar cuando Bacca marcó, de pena máxima, y en tiempo de reposición, el descuento ante los escarlatas.
Para la parte complementaria, con el ingreso de ‘Cariaco’ González y de Déiber Caicedo por los discretos Pablo Rojas y Gonzalo Lencina, Junior fue otro equipo en la cancha, más punzante, más atrevido, más letal.
Y llegó rápidamente el segundo gol tras una gran maniobra de Caicedo, que tiro un centro que pegó en la mano de Edwin Cardona. Penalti a favor de Junior. El árbitro Andrés Rojas no tuvo necesidad de recurrir al VAR.
Cobró ‘Cariaco’ y puso el juego 3-2. En el bando rival, Lucas González no sabía qué hacer para contener la avalancha juniorista.
Vino, entonces, una gran jugada colectiva que inició Peña, continuaron Bacca y Vladimir y finalizó Caicedo para el 3-3.
Pero Junior siguió de largo y, en tiempo de reposición, marcó el 4-3, tras otra pena máxima que, tras revisar nuevamente el VAR, el árbitro Rojas sancionó a favor del cuadro tiburón por mano dentro del área de Kevin Andrade, tras un remate de Jermein Peña.
Después de varios minutos de reclamos americanos, ‘Cariaco’ cobró con suprema frialdad y selló otra remontada histórica para Junior
Al finalizar el partido, Arturo Reyes salió raudo hacia el vestuario. No esperó el reconocimiento del público, que estaba eufórico por el triunfo de su equipo. Prefirió que todos los vítores fueran para sus jugadores, que hasta el miércoles sólo habían recibido insultos de los hinchas.
La desconfianza que generó el nombramiento, por tercera vez, de Reyes como técnico del Junior persiste en los seguidores rojiblancos. No obstante, el triunfo sobre América ha sido un bálsamo que nuevamente los ha puesto a pensar en la posibilidad de clasificar y, por qué no, de repetir la historia del 2018.